Recientemente, la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) advirtió sobre el cierre de locales comerciales en todo el país por la caída de las ventas en un marco de «subas de los costos operativos». San Nicolás no queda exenta de los efectos de la crisis. Se hace visible en las últimas semanas, el cierre de varios comercios en el centro pero también en los distintos puntos de la ciudad. Liquidaciones por cierre y locales vacíos ya en alquiler forman parte de un triste panorama en el que inciden la inflación, el aumento de tarifas, los importantes costos en general. EL NORTE el pasado jueves, por ejemplo, se refería a un sector en particular: la industria del calzado. Transita un momento muy difícil a partir de la sostenida caída de ventas que se arrastra desde la primera mitad de 2018. La situación es tal que llevó al cierre de tres locales en poco tiempo, mientras que otros comerciantes del mismo rubro optan por rescindir contrato de alquiler en Mitre o Nación para mudarse a algunas de las transversales y así reducir sus costos operativos.

En realidad, se trata de un fenómeno federal. De Salta a Comodoro Rivadavia, y de Mendoza a la ciudad de Buenos Aires, crece el cierre de locales comerciales por el combo que integran la fuerte recesión y la suba de los precios de los servicios. El último alerta lo dio la Cámara de Comercio y Servicios en un informe limitado a CABA y La Plata. El dato resultó lapidario: la cantidad de locales comerciales sin actividad creció un 57% en un año. Este medio consultó al referente de Relaciones Institucionales de la Federación de Comercio e Industria de San Nicolás Baltasar Schubert, quien ratificó la lamentable tendencia que se registra en el último tiempo.

“Indudablemente se ven muchos locales vacíos, con carteles de alquiler en San Nicolás. Aproximadamente el 65 por ciento de los comerciantes locales son inquilinos. En la Federación de Comercio e Industria estamos realizando un relevamiento con miras a la conformación de un Centro Estadístico para tener variables más precisas del nivel de consumo, de actividad. No tenemos un registro exacto de cuántos locales vacíos hay actualmente, se ven por Mitre y Pellegrini muchos. La situación macroeconómica impacta directamente en el nivel de ventas, en la imposibilidad de sostener una estructura fija como la de un comercio minorista con altos costos de alquileres, el costo tarifario que tiene una incidencia importante, el costo de mantener un empleado en blanco. Se trata de costos fijos que se vuelven muy pesados cuando no hay un nivel de consumo sostenible. El comercio local está muy afectado”, evaluó Schubert. “Las obras no han afectado el nivel de acercamiento de la gente al centro porque siempre hay vías para llegar. Incluso hay cuadras que no han sido intervenidas y tienen locales en alquiler. La situación macroeconómica con una inflación que cerró en 2018 con 47,6 por ciento y una pérdida del poder del salario muy importante, hace que se caiga el nivel de ventas. Contra esto es muy difícil sostener una estructura en la que el consumidor ha cambiado, tiene otro paradigma de compra, es más racional. En 2017 se motorizó bienes durables, la oferta de créditos hipotecarios, línea blanca, y esto se resintió muchísimo en los últimos meses por el encarecimiento del crédito. Las ventas financiadas caen por el alto costo del financiamiento de las tarjetas. La gente circula poco por el centro, hay muy poca venta. Es una situación muy complicada para el comercio. La Federación está tendiendo líneas y diálogos para poder armar un programa integral con el objetivo de apoyar desde la formación y la capacitación, y generar con el Municipio algunas alianzas con vista a fomentar acciones para que la gente recorra el centro y compre. Entre los rubros más afectados se encuentra el textil”, manifestó.

En la capital bonaerense, según un informe publicado en las últimas horas por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), entre noviembre y diciembre de 2018 crecieron en un 40% los locales inactivos (en venta, alquiler, clausurados o simplemente cerrados). La Unión de Emprendedores de la República Argentina detalló que en Mar del Plata «cerraron 50 restaurant y confiterías» como Atalaya, Mr. Bean, Lo de Nino y Centenario, entre otros; además de diversos comercios de otros rubros en las distintas arterias céntricas. En la avenida Juan B. Justo, por ejemplo, dejaron de funcionar sucursales de marcas grandes como John L Cook, Levis y Legacy. Otra ciudad que transita esta problemática es Junín. Según un relevamiento publicado por la Fundación Ciudad Abierta a fines de diciembre entre abril y noviembre cerraron o se trasladaron 15 negocios, cerca de dos por mes. El cierre de comercios también afectó este año a Tandil, Azul, Tres Arroyos, Saladillo y Pergamino, entre otras ciudades.

EL NORTE