EL KILO DE CARNE VACUNA AUMENTÓ HASTA 15% TRAS LA ESCALADA DEL DÓLAR

El precio de la carne vacuna en San Nicolás no tardó en acomodarse a la fuerte suba que se produjera en la cotización del dólar, entre lunes y martes de la semana pasada. Las razones de ese «rebote» hay que buscarlas en el aumento de costos que impacta sobre el productor puesto que los animales son alimentados con granos (un comodity, por lo tanto dolarizado) en lo que se conoce como feedlot, un sistema intensivo de producción que permite lograr un engorde acelerado de los animales vacunos, encerrados en corrales. Pero además, la suba del dólar también impacta en la medicación (vacunas) que se le aplica al animal durante su crianza.

Esos mayores costos se trasladan a toda la cadena comercial del sector. De hecho, los frigoríficos que abastecen a los carniceros de San Nicolás la semana pasada ya bajaban la carne con un 5% de incremento, al que se le sumó un 10% más a partir de esta semana. Así, el kilo de carne vacuna en una carnicería del centro se puede conseguir a 300 pesos o más, de acuerdo a la calidad. Y el kilo de lomo puede costar hasta 350 pesos.
“Esta semana nos bajaron la carne con un 10% de aumento. Hoy el kilo de asado cuesta entre 290 y 300 pesos. Y la pulpa especial, depende de la calidad, se fue a 320 pesos”, cuenta Jonatan Arroyo, propietario de la carnicería ubicada en Rivadavia entre Pellegrini y Garibaldi.
“Se hace imposible no trasladar ese aumento al mostrador porque a nosotros nos aumenta todo. Yo hoy estoy pagando casi 14.000 pesos de luz. Y a eso hay que sumarle alquiler impuestos, etc. Es muy difícil la situación, porque además nuestras ventas cayeron un 50 por ciento en los últimos tres años”, apuntó el mismo carnicero. “Lo peor es que con estos nuevos aumentos va a caer todavía más la demanda. La gente se está cuidando mucho en lo que gasta de carne. Busca ofertas o se lleva los cortes más baratos. Ya nadie te pide un lomo entero o 10 kilos de carne, como pasaba antes”, asegura Arroyo, quien abrió ese local hace 5 años. En esta carnicería, el kilo de lomo se vende a 350 pesos. Y el kilo de carne picada a 200 pesos.
Menor rentabilidad
David Zalazar es propietario de El Nene, una de las carnicerías de mayor movimiento en San Nicolás. “Tuvimos que actualizar los precios esta semana, pero ya venían subiendo desde la semana anterior”, indicó el propietario del comercio ubicado sobre calle Bolívar entre Pellegrini y Nación.
“La semana pasada ya nos bajaron la carne vacuna con un 5% de aumento, y desde esta semana un 10% más. La carne de cerdo nos aumentó un 25% en estos días. El asunto es que no nos queda otra alternativa que trasladarlo al mostrador”, sostiene Zalazar. En esta carnicería el kilo de asado de ternera se vende a 310 pesos.
“Es una situación difícil porque ya no estamos en condiciones de seguir perdiendo rentabilidad, y al mismo tiempo sabemos que cada aumento profundiza más la caída del consumo. Hoy las gente compra mucha menos cantidad, y sólo se lleva lo que más rinde. Por ejemplo, la costilla se vende poco por el hueso. El asado en general tiene mucha menos salida. Lo que más se vende es carne picada”, cuenta Zalazar. Además de la carne vacuna y de cerdo (que aumentó un 200% en un año), el precio del pollo también pegó un salto. La semana pasada se vendía el kilo a 80 pesos y ahora a 95 pesos.
Precios distorsionados
Una importante carnicería de precios populares ubicada sobre avenida Savio recibió esta semana un aumento del 14% en carnes vacunas (ternera y novillo). Allí el kilo de pulpa se puede conseguir a 300 pesos.
“A muchos les puede parecer caro 300 pesos el kilo de asado. Pero si te ponés a pensar que un kilo de biscochos puede costar arriba de los 200 pesos entonces lo que está produciendo es una distorsión muy grande en los precios de los alimentos”, afirmó el propietario de esta carnicería, que prefirió reservar su identidad.
“Estos aumentos van a impactar sin dudas en el nivel de consumo. Eso es alarmante porque a mí me cayeron 40% las ventas en un año, de julio a julio. La gente no tiene plata en el bolsillo, y se achica en todo lo que se puede achicar. En nuestro caso, los aumentos que recibimos los trasladamos porque ya no tenemos más margen para aguantar los incrementos. Nuestra rentabilidad se achicó un 35%. Y para muchos ya no es negocio sostener una carnicería. De hecho han cerrado muchas carnicerías de barrio. Algunos pasaron a alquilar en supermercados chinos. Otros, en cambio, se dedican a otra cosa”, advirtió el carnicero.
El precio de la carne varía según el tipo de producto. Por ejemplo, una carnicería ubicada sobre calle Francia (más cerca de Viale de que Alberdi) el kilo de novillo se vende a 200 pesos. “El aumento es diferencial según sea ternera, novillo o vaca grande. En promedio, a mi me la bajan con un aumento que va del 8 al 12 por ciento. Y lo tengo que trasladar al consumidor”, apuntó el dueño de la comercio.
Tarifa de locos
Además del aumento de precios y caída de la demanda, el carnicero hoy se ve seriamente afectado por el costo de la tarifa de energía eléctrica. De acuerdo a lo que cuentan los comerciantes, la boleta mensual de luz no baja de los 14.000 pesos. “Y eso que estamos en invierno, donde no se usa aire acondicionado y las heladeras trabajan a temperaturas más bajas. En verano vamos a estar pagando más de 20.000 pesos de luz por mes”, advirtió David Zalazar.
Jonatan Arroto fue todavía más gráfico al dar cuenta del impacto de la tarifa de luz: “Hace un año pagaba 5.000 pesos por mes y en la última boleta me vino 15.000 pesos. Hace cuatro años pagaba 1.800 pesos por bimestre”, indicó.
EL NORTE

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