CARNE A $149, UN MERCADO CAUTIVO Y DE POCO STOCK EN CARNICERÍAS DE SAN NICOLÁS

El 17 de abril pasado el Gobierno nacional anunciaba la venta de costilla, vacío y matambre de novillo a $149 con el objeto de «aliviar» a los consumidores ante la creciente inflación sobre uno de los productos básicos de la dieta de los argentinos. Aunque de entrada quedó en evidencia la casi imposibilidad de que el programa tuviera uso masivo en virtud de la cuota que está destinada a cada provincia.

Para darse una idea, los frigoríficos exportadores se comprometieron a destinar al mercado interno 120 mil kg por semana de asado, vacío y matambre a 149 pesos el kilo (valor final). Esto representa unos 500 mil kg por mes. Una cifra ínfima, frente a una oferta total a un mercado interno que consume 185 mil toneladas res -con hueso- mensualmente.
La disponibilidad de estos productos estará limitada al Mercado Central y a las bocas de expendio de cada uno de los frigoríficos. Y en San Nicolás son muy pocas las carnicerías que están vinculadas a esos grandes frigoríficos.
El mercado lo ha copado un minúsculo grupo de supermercados, donde la cuota que reciben tiene alta demanda. Cabe recordar que los mercados de barrio y los denominados «chinos» están excluidos del programa.
“Yo accedí por un contacto que tengo. Me mandaron una vez, pero decidí no seguir porque no me gustó la calidad. Yo le digo a la gente que es mejor comer un buen asado en familia a 700 pesos y no uno a 500 de mala calidad”, explica un carnicero de calle Savio que maneja un alto volumen de ventas.
El propietario de una carnicería ubicada sobre calle Mitre opinó en el mismo sentido. “Nunca me llegó, pero los que sí la recibieron no están conformes con la calidad. La costilla es puro hueso, grasa, y una feta de carne”, asegura.
Precios “reales”
En los comercios consultados, el precio de asado oscila entre los 240 y 300 pesos en lo que tiene una relación directa entre costo-calidad.
Los carniceros coinciden en que hay un problema de política comercial que fomenta el desmesurado incremento del valor de la carne: la ampliación del cupo de exportación.
“Los grandes hacendados exportan todo lo que pueden y dejan una cuota más reducida para consumo interno. Eso ha llevado a que el precio aumentara fuertemente tanto a nosotros como al mostrador”, explican.
Invisible a los ojos
Los supermercadistas que no reciben «carne anticrisis» también se quejan de las dificultades para recibir el resto de los productos incluidos en el programa precios esenciales.
En un conocido supermercado de calle San Martín no ha llegado aún la carne barata. Y sólo a cuenta gotas los productos incluidos en el programa precios esenciales, algunos de los cuales “están más caros que el mismo producto fuera de promoción”, afirman.
EL NORTE

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